Tributo a los padres: presencia que guía, acompaña y ama
- Información y Soporte IAE
- 21 jun
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El pasado domingo 15 de junio se celebró el Día del Padre, una fecha que, más allá de los obsequios y los abrazos, invita a reconocer y agradecer la presencia amorosa y responsable de tantos hombres que, día a día, se esfuerzan por construir entornos de cuidado, protección y fortaleza para sus familias.
En nuestro colegio, no queríamos dejar pasar esta oportunidad de rendirles homenaje. Es por eso que, este viernes 20 de junio, llevamos a cabo una emotiva y colorida celebración dedicada a ustedes: los papás, abuelos, tíos, hermanos mayores y figuras paternas que acompañan de cerca el camino de nuestras niñas y niños.
Una mañana organizada con cariño
Desde temprano, los pasillos se llenaron de alegría y expectativa. Los alumnos llegaron con la ilusión en los ojos, cargando consigo tarjetas decoradas a mano, porras ensayadas con entusiasmo y una emoción que se contagiaba en el ambiente. A las 8:15 a.m., tal como se había indicado, los niños comenzaron a ocupar sus lugares asignados en el patio, mientras que los papás tomaban asiento en las gradas, justo detrás del grupo donde estaba su hijo o hija.
Cada detalle fue preparado con esmero:
Las tarjetas personalizadas se entregaron justo antes del canto principal, y después, con un gesto cargado de ternura, los niños se las ofrecieron a sus papás. Algunas contenían dibujos, otras palabras escritas con letras aún grandes e irregulares, pero todas estaban llenas de amor.
Tras la entrega de tarjetas, los alumnos se acercaron a sus padres. Ese momento de cercanía fue el preludio perfecto para la función del invitado especial del día: el Duende Ricky, quien con su carisma, humor y mensajes positivos, logró conquistar tanto a chicos como a grandes.
Luego de la función, cada docente recibió una charola con los regalos para los papás. Tras unas palabras del equipo directivo, se pidió a todos los niños que levantaran su voz en una porra fuerte y entusiasta:
🗣️ “¡Papá, papá, tú eres genial! ¡Gracias por ser especial!”
Como en toda actividad escolar bien planificada, los docentes permanecieron junto a su grupo en todo momento, aun cuando los niños se encontraban con sus padres. Al finalizar la celebración, las actividades académicas continuaron con normalidad, salvo aquellos casos en los que los papás decidieron llevar a sus hijos con previo aviso y firma de retiro.
Un espacio para la fe y el agradecimiento.
La jornada comenzó con una celebración religiosa especial, presidida por nuestro sacerdote invitado, quien, con palabras profundas y cercanas, nos recordó el valor inmenso de la paternidad.
En su mensaje, hizo hincapié en que ser padre no es una tarea fácil, pero sí profundamente noble:
“Un papá es aquel que ama sin condiciones, que sueña con que sus hijos sean felices, que pone en sus manos no solo lo que tiene, sino también lo que es. Un padre es ese corazón que late fuera del propio cuerpo, en cada paso que su hijo da.”
Fue un momento de oración y reflexión que nos permitió mirar la figura paterna desde la fe y agradecer a Dios por el don de sus vidas. Muchos papás, conmovidos, recibieron esas palabras como una caricia espiritual. La presencia del Espíritu Santo se hizo sentir en el ambiente, en los silencios, en los gestos, en las miradas cruzadas entre padres e hijos.
Presencias que perduran… y ausencias que también educan
Sabemos que esta celebración, aunque alegre y llena de gratitud, también toca fibras profundas. En especial, pensamos en aquellos alumnos cuyos padres ya no están físicamente con ellos.
A todos los que caminan con un amor ausente pero eterno, los abrazamos con el alma. Porque un padre que ha partido sigue presente en la historia que sembró, en los valores que enseñó, en los recuerdos que habita y, sobre todo, en el hijo o hija maravillosa que ayudó a traer al mundo.
Decimos con el corazón abierto:
“Gracias, papás del cielo. Gracias por haber amado, por haber guiado, por haber dejado huellas. Hoy, desde la fe, también celebramos su memoria.”
Papás, no superhéroes… sino hombres reales.
En muchas ocasiones, se dice que los papás son “superhéroes sin capa”, “gigantes invencibles” o “hombres que todo lo pueden”. Sin embargo, queremos detenernos un momento para mirar la paternidad con más humanidad y profundidad.
Los padres no son seres extraordinarios de historieta; son hombres reales, con virtudes y defectos, aciertos y errores, que muchas veces deben hacer equilibrio entre el trabajo, la responsabilidad, el cansancio y los afectos. Padres que, a pesar de no tener siempre todas las respuestas, buscan lo mejor para sus hijos.
Y en esa búsqueda, se hacen grandes: no por lo que tienen, sino por cómo se entregan. Por cómo dan tiempo, cómo escuchan, cómo acompañan sin imponer, cómo enseñan con el ejemplo.
San José, el padre del silencio y la acción.
En esta ocasión, no podemos dejar de mirar al modelo de paternidad que nos propone la fe: San José, el hombre justo, el padre adoptivo de Jesús, el trabajador silencioso de Nazaret.
De él no conocemos muchas palabras, pero sí muchos gestos: cuidar, proteger, obedecer la voz de Dios, sostener a su familia, caminar al lado de María. San José no necesitó ser protagonista; le bastó con estar.
En nuestra comunidad educativa, nos confiamos a su intercesión. Que como él, los papás de nuestros alumnos sigan siendo guías firmes pero tiernos, cuidadores del hogar, sembradores de fe y confianza.
Frases que nacen del corazón de papá.
Durante la semana previa a la celebración, les pedimos a algunos papás que compartieran con nosotros frases, consejos o expresiones que han dicho alguna vez a sus hijos e hijas. Aquí recopilamos algunas de ellas, cargadas de amor cotidiano:
“No importa cuántas veces caigas, aquí estaré para ayudarte a levantarte.”
“No necesitas ser perfecto, solo sé tú.”
“Estoy orgulloso de ti, incluso cuando te equivocas.”
“Mi trabajo es darte raíces... y también alas.”
“Cuando dudes de ti mismo, recuerda que yo creo en ti.”
“A veces callo, pero siempre observo y oro por ti.”
“No siempre tengo la respuesta, pero siempre tendrás mi apoyo.”
Cada una de estas frases revela una paternidad amorosa, muchas veces silenciosa, pero profundamente comprometida.
Gracias por acompañar y educar con el corazón
Queremos agradecer profundamente a cada papá que participó en esta celebración. A los que llegaron puntuales, a los que salieron temprano del trabajo, a los que se quedaron después, a los que abrazaron con fuerza, a los que se emocionaron con los detalles.
También agradecemos a todos los docentes y colaboradores que hicieron posible este momento. A quienes ensayaron las porras con los grupos, a quienes prepararon las tarjetas, organizaron los espacios, cuidaron los tiempos, y sobre todo, pusieron el corazón en cada gesto.
Porque celebrar el Día del Padre en la escuela no es solo hacer un evento más: es reconocer que educamos en familia, y que el vínculo con mamá y papá es parte esencial del crecimiento integral de nuestros alumnos.
Seguimos construyendo comunidad
Este tributo fue una fiesta, sí. Pero también fue un acto profundo de comunión: al celebrar a los padres, celebramos el valor de la presencia, del amor concreto, de la fe que se hereda con el ejemplo.
Que esta experiencia permanezca en la memoria de nuestros estudiantes como un recuerdo alegre, pero también como una semilla: la semilla de reconocer el amor en los detalles, de agradecer a quien está, y de mirar a su papá no como un superhéroe, sino como un hombre valiente que ama, cuida y educa.
Gracias, papás. Ustedes también son parte viva de nuestra misión educativa.
📸 Le invitamos a visitar nuestra galería de fotos y videos de la celebración.
🎥 Revivir los mejores momentos y compartir con quienes no pudieron asistir.








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